- En este momento, ni siquiera me imagino con quién me gustaría estar
- En cambio, yo lo sé muy bien
- ¿Con quién?
- Un vecino. Alguien que me quede cómodo.
- ¿Cómodo?
- Sí. Que esté cerca, que se vuelva a dormir a su casa y que a veces me toque el portero para invitarme a tomar una copa de vino
- Suena bien
- Estuve mirando al vecino de enfrente, pero me parece que es gay
- Lástima
10 mayo 2006
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4 comentarios:
Un gusto verlo nuevamente por el barrio. Saludos
A mi en cambio me gustan los marinos mercantes. O los pilotos de avión. O sea, esos que están poco en tierra. Que vienen pero se van. Que van pero vuelven.
Así puedo extrañarlos y sortear ese mal terminal llamado tedio.
Una conocida decía que tenía el marido ideal; un marino. En cuanto empezaba a extrañarlo, volvía. Y cuando la convivencia empezaba a volverse dura, se embarcaba nuevamente
Lo último que se me ocurriría pensar es que alguien nos quede "cómodo".
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