05 mayo 2006

Ay!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, no recuerdo quién decía que a los rusosos no les hacía falta lo mucho que reían (porque reían mucho); antes bien, les hacía falta mucha lágrima, llorar mucho. Quizás a nosotros, a los sombrerudos, nos haga falta también mucho lágrima para que realmente nos demos cuanta de dónde estamos parados.

Anónimo dijo...

A llorar si se necesita!

Lindo blog :)

Saludos!