19 marzo 2007

Pink Floyd, él y yo (veinte años después)

Cierro los ojos y estoy otra vez ahí. Cuatro paredes, una ventana y una puerta herméticamente cerradas. Alfombra, discos, muchos parlantes. Tengo 16 años. La oscuridad es total, densa de besos y suspiros y sensaciones tan nuevas que dan más miedo que gozo.
Y la música, la misma música que llena cada esquina de esa pieza. Y de mí.

3 comentarios:

Alex dijo...

placerrrrrrr

Anónimo dijo...

lo mismo pero, en vez de 20, solamente 4 años despues.
que terrible lo del sabadomingo eh.

hea dijo...

el domingo, el domingo


es mitologia viva