15 noviembre 2006

Vientos

El aire olió a tormenta todo el día. Soplaron ráfagas trágicas y de malos augurios. Al caer la tarde, empeoró. El silbido del viento horadó el espíritu y cuando llegó la noche todo era vacío. Y oscuridad.
Otra vez.
Otra vez y sin guarida.

4 comentarios:

Alex dijo...

me gustó mucho el final, soledad , desamparo y miedo; todo eso sentí.

Caracol dijo...

Me cuesta relacionar el viento y las tormentas con todo lo que dijiste.
Es que a mi me gustan...

Cuni dijo...

Era el viento Pampero, ése limpia todo.

Ana C. dijo...

Pero ¡qué sensación de desabrigo!