Cuando salí a la mañana me sentía sexy. Vestido negro, algo escotado. Zapatos de taco alto.
Me duró tres minutos.
- Sentate...
- No, gracias
- Sí, vení, sentate
- No, gracias
- Por favor, acá tenés el asiento
- No estoy embarazada
- Perdón, yo pensé, por el vestido...
El resto del día me sentí, simplemente, gorda
25 abril 2006
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2 comentarios:
Hola Juana, me gusta tu humor; veo que eres una chica muy linda. Te saludo desde Tolimán, Querétaro, en México.
Todo se puede explicar desde otros ángulos: ¿por qué no pensar que si estabas sexy y por eso llamaste la atención? Suerte, son muy lindo tus cuentos.
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