22 febrero 2006

Razones

-No viniste el lunes
-No, el gato me rompió el empapelado. Llamé al empapelador, lo arregló y el gato volvió a romperlo
-¿Y qué hiciste?
-Le puse una silla adelante porque si no, mi marido rompe el gato
(Me encantan las charlas de gimnasio)

1 comentario:

MALiZiA dijo...

Hola Juana,
de las cosas cotidianas está hecha la vida, no?
Esos diálogos son mortales, bien en transcribirlos aquí!
Besos,