A lo largo de mi vida organicé las fiestas de cumpleaños de mis padres, hermanos, novios, el marido de turno, vástagos propios y ajenos, amigos... Planeé fiestas sorpresa, cociné kilos de peceto para sandwichitos, desplegué manteles, llené miles de veces copas que después lavé (o junté, en pedazos, del piso), decoré cientos de versiones de la misma torta de chocolate (mi receta infalible), encendí velas, armé centros de mesa, cociné paté y, después, vacié ceniceros, barrí el piso y limpié los estragos.
Hoy es mi cumpleaños y no quiero hacerme (otra vez) la torta, comprar las flores, invitar a la gente, poner la mesa, pasar la noche entera abriendo y cerrando la puerta de calle, reponer infinitamente el hielo, las gaseosas, el vino, las servilletas…
Hoy, quiero que me hagan la fiestita.
05 febrero 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
6 comentarios:
El sino de las mujeres es autofestejarse el cumpleaños hasta el día que dicen lo que vos estás diciendo. Y entonces cambia.
¡Feliz cumpleaños!
En fin....
Haberlo leído antes y te hubiera hecho la tortita!!
Ya sé, la cocina no es lo mío pero si me esmero también puedo ser infalible, ojo!
Ojalá la hayas pasado lindo y me encantó el relato.
Ana c. comparto tus palabras y el post
Ufa, tarde me enteré :)
Feliz cumple !
Siento llegar tarde. Todavía admites regalos?
Ahí te va un abrazo grande. Felicidades!
mazal tov!!!!!!!!!!!!!Yo festejo saliendo de casa, lastima que este tan lejos tuyo. Rosa Linker
Eilat. Israel
Publicar un comentario