Amanezco con la decisión tomada. Después de todo es casi como ir a la panadería, es sólo cuestión de cruzar la calle, caminar unos pasos y buscar dentro de la galería el local anunciado en un letrero de letras rojas: SEX SHOP.
Con cara de "esto es lo más natural del mundo" me adentro en el frescor húmedo de la cueva infestada de locales, deteniéndome en una casa de ropa hindú, otra de estampillas, aquella mercería de más allá... El objetivo parece estar al fondo. Sí. Lo veo. Una cortina negra en la vidriera tapa el (los) objeto(s) de mi deseo. Pero, aymidiós, una virgen de Luján me clava una mirada reprobadora desde el escaparate de enfrente. Huyo. ¿A quién carajo se le ocurre abrir un sex shop frente a una santería?
Mañana me animo. O me compro un rosario, qué sé yo.
14 diciembre 2005
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4 comentarios:
además, mi estimado ynf, la iglesia ha dedicado buena parte de esos veinte siglos a menesteres más (económicamente) tangibles que generar culpa. pero por suerte, hemos aprendido a cargarnos la culpa al hombro y divertirnos igual. cualquier día de estos me animo. y si no, le pido el teléfono del delivery
Te devuelvo la visita gratamente, si lees mis post viejos verás que tuve un vibrador que murió pero pronto lo reemplazaré (aunque por ser el primero, es casi irremplazable en mi corazón, muchos ya saben que se llamaba Felipe), pero hay que vencer los prejuicios y hacer lo que sentimos, la vida es corta, y a veces ni tenemos segundas oportunidades. Me gusta como contás tus cosas.
Feliz año!!!
Y? Lo compró o no?
Comprelo por internet, en deremate.com o mercadolibre.
deme tiempo bestiaria, soy una chica de campo, tengo que volver a juntar coraje. lo de internet suena bien, pero me gustaría observar personalmente y bien de cerca la mercadería
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