30 octubre 2006

Sábado

Rosa llegó a las dos, como siempre, al comedor comunitario. Venía de lejos, pero su trabajo de mucama terminaba temprano los sábados, y aunque la patrona le pidiera algún mandado más fuera de su horario, siempre llegaba a tiempo a La Boca. Escuchó el final de la reunión sobre microemprendimientos, confirmó que ayudaría el martes en la cocina y se encerró con otras tres mujeres en la mínima salita descascarada que les sirve de salón de clases. Esa tarde aprendió a diferenciar números pares de impares y que la numeración de las calles va de cien en cien. Pero lo que más le sorprendió fue enterarse que en una vereda, todos los números son pares y enfrente, impares.

Lucía se despertó tarde, mucho después del mediodía. Puso en cd de Nina Simone, se preparó una taza de té de vainilla con galletitas de avena y se sentó en la computadora, junto a una ventana por la que le llegaba el rumor del trajinar de la avenida Coronel Díaz. Mientras le duraba la modorra tras una noche larga de tragos, pasó por lo de Charlotte y la atrapó un texto, en inglés, sobre Jane Birkin y la cartera de Hermés. Google completó la información; no tenía idea que ese bolso fuera tan célebre, tan difícil de conseguir y tan, pero tan, caro.

Rosa cerró su cuaderno, guardó el lápiz y la goma en una bolsa de plástico y juntó las monedas para el colectivo.
Lucía se sumergió en un baño de sales y dejó que el agua tibia con olor a jazmines le relajara el cuerpo.

“Todos los días se aprende algo nuevo”, pensaron. Casi al mismo tiempo.

25 octubre 2006

...

Empezaron a florecer los jacarandáes.
Y yo, acá...
Sin ...
Con tanta ...
Y tantas ...
Pero sobre todo, sin ...

05 octubre 2006

Hoy

Es uno de esos días en los que podría besarte y tomar vino, impunemente, toda la noche